
La fiebre por rasguños de gato, también conocida enfermedad por arañazo de gato no es una enfermedad grave en la mayoría de las personas. Sin embargo, es bueno que cualquier persona que entre en contacto con gatos aprenda a reconocer los síntomas y la mejor manera de tratarlos.
Síntomas de la enfermedad por rasguño de gato
La enfermedad por arañazo de gato generalmente se contrae después de ser arañado por un gato. En raras ocasiones, la enfermedad es causada también por un arañazo de algún animal que no sea un gato.
Según Manual MSD, los síntomas de la enfermedad por rasguño de gato comienzan a aparecer de tres a treinta días después del arañazo, pero más comúnmente en una o dos semanas. Los síntomas pueden incluir:
- Granos o nódulos en el sitio del rasguño que duran de una a cuatro semanas
- Ganglios linfáticos inflamados y sensibles
- Piel roja y caliente que dura de cuatro a seis semanas
- Cansancio
- Náusea
- Vómitos
- Fiebre (se desarrolla en menos de la mitad de las personas infectadas)
La mayoría de las personas infectadas con la enfermedad por arañazo de gato se curan sin necesidad de ningún medicamento. Aunque la mayoría de las personas se recuperan en dos a cinco meses, puede tomar hasta un año para que la inflamación desaparezca completamente de los ganglios linfáticos.
¿Es peligrosa la fiebre por rasguño de gato?
Aunque el riesgo de contraer la fiebre por arañazos de gato es pequeño, aún puede tener efectos graves para algunas personas. Se cree que aproximadamente el 4% de las personas que contraen la enfermedad terminan en el hospital. La enfermedad puede llevar a infecciones secundarias graves como encefalitis, endocarditis y osteomielitis. Las personas más susceptibles a las complicaciones graves de la fiebre por rasguños de un gato son aquellas con un sistema inmunológico comprometido o debilitado, como los niños menores de cinco años o las personas con VIH, cáncer, diabetes o un trasplante de órgano reciente. También existe cierta preocupación de que la fiebre por arañazo de gato pueda causar complicaciones para las mujeres embarazadas, incluyendo el aborto espontáneo, pero los resultados de la investigación hasta ahora no son concluyentes.
Enfermedad malinterpretada
La fiebre por arañazo de gato no es una enfermedad particularmente peligrosa para la mayoría de las personas y los síntomas suelen ser muy leves. Lamentablemente, muchas personas han sido inducidas a creer que los arañazos de gato son peligrosos para los niños e incluso pueden causar la muerte. La mayoría de las enfermedades a las que los niños están expuestos en la escuela, en la guardería y en otras actividades son mucho más dañinas y peligrosas. Como resultado de este miedo infundado a los arañazos de gato, los padres pueden tener gatos a los que se les cercenan las garras, negarse a permitir que sus hijos tengan gatos como mascotas, o deshacerse del gato de la familia después de cualquier incidente menor.
Tratamiento
Si tú o tus hijos reciben un arañazo, trátalo como si fuera cualquier otra herida menor. Según FamilyDoctor.org, tú deberías:
- Enjuagarte bien el arañazo con agua fría.
- Secarlo suavemente con palmaditas
- Aplicar un ungüento antibiótico o cubrir el rasguño con un vendaje si se encuentra en un área en la que comúnmente te estás ensuciando o frotando.
- Tomar un analgésico para reducir la fiebre o las molestias
- Preguntarle a tu médico acerca de drenar cualquier nódulo linfático particularmente doloroso
Generalmente no se recomienda el uso de alcohol o peróxido porque ambos pueden aumentar la inflamación. El rasguño debería sanar en unos días. Si aparecen síntomas como fiebre o ganglios linfáticos inflamados, consulta a un médico para descartar otras enfermedades, posiblemente graves. La enfermedad por arañazo de gato no requiere atención médica, pero tú no quieres pasar por alto una enfermedad peligrosa asumiendo que los síntomas están relacionados con el arañazo del gato.

Tratamiento de los casos más graves
Algunas veces una infección de fiebre del rasguño puede volverse más seria, especialmente cuando es contraída por una persona que ya tiene un sistema inmunológico comprometido debido a alguna infección por VIH o a un trastorno autoinmune. Según EMedicineHealth, las infecciones que son más graves generalmente se tratan con un antibiótico como azitromicina, gentamicina, doxiciclina y ciprofloxacina.
Toma precauciones, pero no te preocupes
En resumen, esta infección no parece tener un efecto serio en la mayoría de las personas que la contraen. Lavar un rasguño y tratarlo con un ungüento antibiótico y un vendaje suele ser suficiente para evitar que la infección se nos vaya de las manos. Las personas con sistemas inmunes suprimidos, las mujeres embarazadas y los niños pequeños deben tomar la precaución adicional de buscar el consejo de sus médicos y seguir cualquier plan de tratamiento prescrito.